viernes, julio 17, 2009

Aquel señor

Abría todas las puertas. No entraba ni salía por ellas. Casi ni miraba. Pero le gustaba abrirlas. Todo el rato así. Abriendo puertas. Todas.

Cuando me atreví a preguntar, cruzo una, sin mirar, como si la hubiese escogido al azar. O como si todo lo anterior fuera una maniobra de distracción.
Y se fue.

2 Susurros:

Blogger Alnitak said...

Bueno, cuantas más puertas se abran más posibilidades de elección se tiene, es mejor abrir las puertas que cerrarlas, sin duda.

9:37 a. m.  
Blogger -F osca said...

Enigmático :)
Me gusta cómo escribes y creo que nos parecemos un poc en cómo lo hacemos :)

2:13 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home