jueves, abril 09, 2009

El puñal entre las piernas

Hablas de tu sexo como un puñal. Me clavas tu recuerdo entre las costillas y me tapas la boca, asfixiandome. Provocas que respire a bocanadas, para que tenga que hinchar mis pulmones con más fuerza. Para que tenga que ejercitar todos los músculos de mi pecho. Para que tu sexo se me clave hasta la médula y me paralice. Inmóvil a tu recuerdo. Para que el dolor me impida hasta llorar. Para que tu imagen me queme el pecho. Para siempre...