domingo, abril 19, 2009

Ella.

Decidió acabar. Renunciar a ser feliz. Puso como excusa al destino y como razón a los kilómetros. Como si la luna se hubiera acercado a Armstrong. Como si las balas tuvieran pereza de volar a esa velocidad. Como si la vida te diera una segunda oportunidad sólo con pedirlo.

Decidió acabar para no hacer daño. Pero lo hizo. Y la luna se ocultó detrás de una nube negra. Y las balas atravesaron su corazón. Y no hubo más oportunidades.

1 Susurros:

Blogger Alnitak said...

Siempre se hace daño, se acabe o no.

4:51 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home