Ella.
Decidió acabar. Renunciar a ser feliz. Puso como excusa al destino y como razón a los kilómetros. Como si la luna se hubiera acercado a Armstrong. Como si las balas tuvieran pereza de volar a esa velocidad. Como si la vida te diera una segunda oportunidad sólo con pedirlo.
Decidió acabar para no hacer daño. Pero lo hizo. Y la luna se ocultó detrás de una nube negra. Y las balas atravesaron su corazón. Y no hubo más oportunidades.
Decidió acabar para no hacer daño. Pero lo hizo. Y la luna se ocultó detrás de una nube negra. Y las balas atravesaron su corazón. Y no hubo más oportunidades.
1 Susurros:
Siempre se hace daño, se acabe o no.
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