domingo, octubre 15, 2006

Banda sonora de una noche triste


Me descubro a mi mismo una lágrima surcando mi mejilla cuando me doy cuenta cuanto echo de menos a mi padre. No. No está muerto. No es que mis padres estén separados. Le veo casi todos los días. Y no, no nos peleamos. Pero quedan tan lejos aquellas mañanas en las que ibamos juntos a mis partidos de fútbol, o aquellas noches en las que iba yo con él a los suyos. Simplente estar juntos. Crecí y me separé. O él se separó de mí. Quién sabe. Con mi madre la relación no es ques sea mejor, pero la veo más, me cuenta más cosas y yo alguna a ella.
Pero desde hae ya tiempo tengo la sensación de que esta es menos mi casa y más su casa. Yo sobro aquí. Empiezo a necesitar con bastante urgencia un espacio propio. Si fueran pocas las cosas que tengo en la cabeza, encima estar en casa se convierte en algo menos que un martirio. Me siento solo incluso cuando están ellos. De hecho, cuando estoy solo es cuando menos solo me encuentro.

Y yo también me canso de ser lo que soy estar en una constante lucha con el mundo. ¿No puede salir algo alguna vez biens in más? No pido que sea ni siquiera algo importante... sólo que sea algo. No sé, saber que a veces las cosas buenas también pasan porque sí.
Saber que tú sueñas conmigo, por ejemplo. Tener la certeza de que mañana te levantarás pensando en mí...

Y sí, quizá he salido de situaciones peores. Y le voy a echar dos cojones y saldré adelante. Pero estoy cansado de todo. Cansado.

Y ojalá cambiemos el mundo. Y te busqué en la clase (o la calle o el metro o en un espejo) y tú no te hayas cansado nunca de mi, de mis miradas y mis besos. Y me escuches y me busques. Y yo no pida a gritos que el mundo pare.

Ella lloró escuchando su canción. Como yo lloro con ella. Como si fuese un ciclo cerrado, empiezo y acabo con lágrimas en las mejillas. Tú, M, sabes mejor que nadie por qué.


Amelie se despidió

7 Susurros:

Blogger Amaranta said...

La vida está llena de encuentros y desencuentros, ya sea con los amigos, con tu pareja, con tus padres incluso en ocasiones con nosotros mismos. Hay ocasiones en los que todo va cuesta arriba y nos sentimos cansados para sacar la cabeza y tomar aire, pero lo malo no dura siempre. Es lógico que necesites tu espacio y que empieces a no sentir tan tuya la casa de tus padres, al fin y al cabo es el espacio que ellos construyeron y no tiene que ser lo que tu quieras o necesites ahora. Yo me sentí igual en un momento de mi vida, necesitaba irme, tener mi casa y sabes, cuando me fuí empecé a sentirme más cerca de nuevo de mi madre, la relación cambió, empezamos a compartir de nuevo muchas cosas. Las cosas cambian a mejor cuando menos lo esperamos, y mientras tanto hay que seguir a delante.
Un abrazo, Amaranta.

11:04 a. m.  
Blogger Angus Scrimm said...

No hay nada más fácil en la vida que recuperar la intensidad en la relación con tu padre, nada. Porque ambos disfrutaréis haciéndolo, y desde cuando disfrutando las cosas no se hacen bien, o no se tiene constancia. El mayor obstáculo es la vergüenza que se siente cuando descubres a tu padre el hombre que se asienta en los recuerdos de niño de tu progenitor.

Lo de tu casa y tu espacio... otra cosa fácil de hacer si estás dispuesto a sacrificar tu comodidad.

Lo de ella(en rosita) no lo puedes controlar, intenta no hacerlo por tu bien.

Un saludo, espero que vaya cambiando la banda sonora.

Un saludo

3:21 p. m.  
Blogger Rocío said...

Darkblue, no me gusta que estes de bajón. Estoy de acuerdo con amaranta, son momentos duros que todos pasamos. Yo también he tenido esa etapa de alejamiento con mis padres, pero luego paso.
En cuanto a lo de tu casa, llega un momento en el que la independencia es necesaria cien por cien...

5:11 p. m.  
Blogger Absurdo Rutinario said...

Bajones, bajones. A ver si salimos más y se nos pasan. Y sigue con la lucha, no decaigas nunca. Y suerte con tus padres y con m.

7:27 p. m.  
Blogger tomatita said...

Supongo que un día nos levantamos pensando que todo ha pasado y que el presente ahoga cualquier resquicio de deseo o animosidad...pero tan pronto como viene, se va...
Sólo hay que intentarlo, y no cejar, nunca cejar...la paciencia y la voluntad tienen su recompensa, aunque a veces no lo veamos claro.
A mi me pasa.

Un abrazo

11:56 p. m.  
Blogger Mar said...

Nada... esto va de sentarse al lado y acompañarte :)
Cuando toca bajón pues toca bajón y a llorar juntos, dame un cleenex de esos, de pronto he sentido la futura ausencia de mis hijos...
Besos acompañados

7:15 p. m.  
Blogger Alnitak said...

Cómo disfruto con esta canción, y cómo me siento identificada, quizás porque en el fondo soy así, de lágrima fácil, malabarista y poco dueña de mis miradas.

pd. Siempre echamos de menos a quien tenemos más cerca, porque a menudo los silencios separan mundos muy distantes.

Ánimo

3:06 p. m.  

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