Aniversario

Mañana... o dentro de un rato... hoy según lo estaís leyendo... como querais, mi blog cumple un año.
Cuando empecé este viaje por la blogesfera no me podía imaginar que aquello acabase como lo que es hoy.
Durante estos días, en más de 300 post habeis podido conocerme a mí, mis sentimientos, mis aficiones, mis rarezas, mis rutinas, mis sueños, mis acontecimientos, mis canciones, mis letras, mis poemas, mis películas... en fin, mi vida.
Todo esto comenzó porque GM y Rizos tenían uno y me convencieron de que me hiciese otro. La idea al principio me pareció rara. No había oído hablar ni siquiera de los blogs más que de lejos, y mira ahora... son parte de mi vida.
Por mi forma de entender este espacio, sólo le he ido dando la dirección a aquellas personas que he creído que se merecían esa confianza. Nunca se la he dado a ninguna persona que luego me haya defraudado.
También he podido conocer a mucha gente: gente que escribe de lujo, gente con una vida curiosa, gente con una forma de entender el mundo diferente, gente luchadora, gente que podría pasar como uno más pero que no lo son, gente a la que he aprendido a querer... gente normal... gente única.
Pero quizá lo más importante que he aprendido en este año es aprender a conocerme a mí mismo. Ha sido un año duro. Probablemente el más duro que haya tenido. O al menos, uno de los más duros seguro. He tenido muchos malos momentos,que no momentos para olvidar, ya que soy todo lo que he vivido, y esos momentos son parte de mi vida, parte de mi ser. Por supuesto que también he tenido grandes momentos, muchos. Aquí podría nombrar por ejemplo a Rizos, GM, R, a ella, kiki, Nlune... pero quizá sobretodo a M. Si me tengo que quedar con un momento feliz me quedo con ese largo fin de semana a su lado. Rara es la vez en la que todo sale perfecto. Imposible quizá. Pero fué así. Pasó. Espero que para ella también... pero para mí, sin duda, fue perfecto.
Y claro, muchos días grises. Días sin más, de rutina, de metro, de comeduras de tarro, de dormir tranquilo, de no poder dormir, de ir y venir, viajes de ida y vuelta, y algunos sin retorno... eterno retorno... la vida.
Y así, sin más ni menos, pasa un día que para los demás será como otro cualquiera. En casa nadie me traerá tarta ni me dará un paquete con un regalo dentro. Ni en casa ni en otro lado, claro. Pero para mí, es un día especial. Es curioso. Pero me identifico mucho con este mi primer cumpleaños.
Y pasará y vendrán otros. Y todo será igual y diferente. Como la vida. Igual que siempre y cada día uno nuevo. Y aquí, o eso espero, estarán mis manos para pulsar las teclas, en orden, un orden concreto y preciso que, salvo falta de ortografía por incultura, despiste o tratar de escribir rápido, se convertirá en un texto para mí. Para mí sólo... porque quizá esa es la gran mentira de los blogs: uno escribe lo que uno quiere para que los demás puedan leerlo, cuando en el fondo eso da igual. Lo escribimos para nosotros mismos.
A veces nos inventamos una gran mentira para contar una gran verdad.


Y sin embargo...
Seguimos escribiendo. Y leyendo con ilusión cada comentario. Porque eso supone que alguien te ha leído, y lo que le has dicho le ha causado algún tipo de impresión, la que sea... y además se ha molestado en escribirte algo. Gracias a todos.

Gracias por compartir este año conmigo.