martes, junio 20, 2006

Tocando fondo

Mi vida ha ido adquiriendo cada vez más compromisos. Algunos de ellos son con otras personas, como el que tengo con La Familia, o con el que tengo con mi familia (ya sabreis la diferencia que hago entre esas dos palabras). Otras sin embargo son conmigo mismo. El nivel de autoexigencia sube cada vez más y no se me ocurre nunca decir que no a cualquier propuesta que me pueda enriquecer (desde un punto de vista personal, que no económico). Un ejemplo es el kárate. Después de tantos años sin hacer mi profesor quiso que me sacase el cinturón negro y tuve que trabajar a marchas forzadas para conseguirlo. Al final llegué justito, pero llegué. Otro ejemplo es decirle al jefe que sí, que podía contar conmigo para quedarme más horas y hacer un esfuerzo mayor para sacar adelante los proyectos de la empresa (aquí si hubo mejora económica... pero no es lo único que tuve en cuenta). Eso, entre otras cosas me ha obligado a dejar un poco de lado los estudios. Y lo estoy pagando. Voy camino de hacer un "casi" pleno. Casi... porque alguna salvaré... pero me quedaré muy muy lejos de lo que esperaba. Sé que no he estudiado todo lo que debería... pero jode mucho suspender.
Y además de eso sé que no estoy bien... Ya sabeis que soy un tipo tranquilo, que no se pone nervioso ante casi nada. No lo digo ni con arrogancia ni con prepotencia. A veces esta ausencia de nervios me ha jugado una mala pasada. Aunque al verdad es que la mayoría de las veces me ha servido para sacar adelante todos mis proyectos.
El caso es que sé que no estoy bien. Me doy cuenta al dormir. Me duele mucho la espalda. No encuentro una posición buena. No descanso. Me despierto 4 o 5 veces ca da noche. Me levanto con más sueño que al acostarme. Me quedo dormido en el cercanías de camino al trabajo. He perdido las ganas de leer. No estoy bien... lo sé.
Hacía tiempo que no escribía tanto como hoy en el blog. Es mi baúl donde guardo todos mis sentimientos, sensaciones y pensamientos. Y hoy lo veo, analizo lo que tengo y lo que he perdido. Y la verdad... no sé ni cómo sentirme. ¿Alegría? No, seguro. ¿Tristeza? Más bien meláncolía.
Me falta la tranquilidad de momentos pasados. Y ni siquiera tengo las alegrías que se esperaba. Alguno dirá que no me puedo quejar de ellas (las alegrías... digo... y tampoco de las chicas...). Pero no sé... son alegrías muy momentaneas. No es que quiera nada serio con ninguna. Ni siquiera sé si quiero volver con ella ahora mismo. Probablemente si ella lo propusiese le diría que no. ¿Me gustaría volver con ella? Sí, seguro. Pero no ahora. Creo que no estamos preparados ninguno de los dos. y si llega el día de volver quiero que sea para volver al 100%.
En fin... que sé que no es mi mejor momento. Demasiadas cosas...

Pero bueno... no todo está perdido. Escuchando esta tarde a Tontxu me acordé de una gran frase de una de sus canciones:
No he tirado nunca la toalla
No doy por perdida ninguna batalla
No sé cómo, pero vamos a ganarla...

1 Susurros:

Blogger Carlos said...

Ahora sí me entiendes del todo...bienvenido al club querido amigo...ahora hablamos el mismo puto idioma, y te darás cuenta si relees mis post de hace un año y medio...

No te preocupes, que uno se acostumbra a eso, y cuando se está preparado, se va arriba poco a poco...

Para lo que quieras estoy aqui...

1:33 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home