Me hundo...

en el ancla de tu vientre.









Pero los labios no saben engañar. Y yo lo noté. De vez en cuando ella se pone a pensar vetetuasaberqué y se le nota. También ayuda a notarlo todos los años que hemos compartido. El caso es que ella piensa mucho. Y tiene dudas. Y lo peor de todo es que no quiere hablar. No quiere decirme que le pasa por la cabeza. Yo me puedo imaginar muchas cosas... pero, realmente no sé nada.
Solo queda esperar, que se calme y que me lo cuente... entonces ya veremos.