domingo, abril 09, 2006

Después de la tormenta... tranquilidad

Quedamos sobre las seis. En Atocha. No sé porque pero llevaba una tranquilidad encima que liberaba de todo. No es porque supiese que la tarde iba a ir bien (como ha ido). Quizá sea más bien porque he aceptado la posibilidad de que esto no siga adelante y he visto vida más allá de ella. Ahora sí sé que puedo seguir. Y eso me ha hecho estar en paz conmigo mismo. Más allá de como surjan las cosas.

Como decía antes, la tarde ha ido bien, pero sin ser nada del otro mundo. Quizá necesitabamos esa tranquilidad del tiempo y la distancia para charlar y cuatro besos. Y no hicimos nada más. Un rato paseando y otro en un fashion-café al principio del Paseo del Prado. Muy bueno el sitio, muy bueno el café (y eso que yo no suelo tomar café), muy cómodo, muy bien.

1 Susurros:

Anonymous Anónimo said...

no hay nada como descubrir el amor propio. alcanzar la certeza de que todo ese universo de sentimientos (en constante expansión/en constante destrucción) somos nosotros (y no el otro). aunque la reciprocidad nos haga a veces olvidar nuestra individualidad. y sea hermoso compartirnos.

ves, la primavera nunca defrauda
cuídate
besos
R.

1:03 p. m.  

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