sábado, marzo 04, 2006

Hechos, reflexiones y copla.

Hechos

Yo quería una semana tranquila. De esas de no hacer nada.
El Jueves trabajé. Moviendo muebles, armarios, sillas, ordenadores... en Loewe. De 9 a 18:30. Encima con un niñato cuya máxima aspiración en la vida es cobrar sin hacer nada siendo peón.
Al poco de llegar a casa me llamaron por teléfono. La hermana de mi ábuela había muerto. Una ducha, me visto y salgo con mi madre para su casa. Allí hasta las once que se llevan el cuerpo. A casa a cenar algo y al tanatorio hasta las 4 y pico.
Hoy Viernes también he trabajado. Hasta las 3. Con mucho más sueño pero con un compañero mucho más agradable. Y al menos este sí sabía usar las herramientas... porque el niñato... ejem... caso aparte.
Después a casita. Mi madre no estaba y tampoco se había acordado de mí y no me había dejado algo preparado, ni siquiera comprado pan... Así que me hice un sandwich y me acosté hasta las 6 y pico. Me arreglé y me fuí al crematorio. Estuvimos 22 personas. A mí eso me parece poco... pero no sé. Mi única referencia importante es el entierro de mi abuelo, y fuimos muchísima gente. No sé... y de estas cosas, casi que mejor también no tener mucha experiencia.
Luego quedé con ella. Dimos un paseo, cenamos en casa y la llevé a la suya. Todo ok.

Reflexiones
1) Y la menos importante... No se puede ser un mierdas e ir de listo por la vida... al final te la acabarás dando. Y por mucho que hagas el vago o que robes... vas a cobrar lo mismo y seguir siendo el mismo mierda.



2)Quizá nos damos cuenta de estas cosas en este tipo de momentos. De la fugacidad de la vida siempre nos vamos al instante de la muerte. Dicen que la muerte está tan segura de vencernos, que nos dá toda una vida de ventaja.
Sobre lo que hay más allá de la muerte hay muchas teorías, creencias, debates... yo sinceramente no creo en nada de eso. Creo que nuestro cuerpo se apaga y volvemos al ciclo de la vida. Quizá ese más allá no sea nada más que nuestras células, descompuestas en millones de átomos vuelvan a ser capaces de pertenecer a un ser vivo. Quizá no haya más milagro que ese... que no es poco. Esto viene pasando desde el Big Bang. En cierto modo, todos nos podemos considerar hermanos, pues, aunque no compartamos el mismo ADN compartimos la misma energía del instante cero, los mismo átomos que se formaron a partir de ahí. Todos venimos del mismo punto: el centro del Universo. ¿Y porqué el centro? Porque era lo único que había, ese punto único de energía, que crece en todas las direcciones por igual.
El caso es que desde ese momento se produjo el Caos, y entonces empezó el orden. Sí, porque en contra de lo que todo el mundo entiende como Caos, este no es más que el ordenamiento de la energía en el estado más cómodo para la materia. Es algo así como que el agua siempre tiende a estar abajo... el mar sería el Caos completo. Cuando rompemos un vaso estamos ayudando al Caos, estamos haciendo que la energía contenida en ese vidrio se reparata por el Espacio.
¿Y todo esto para qué? Para algún día, quizá, desués de todo esto, volver a ser todos un único punto en el Universo.

Copla
Siempre que pienso en la muerte me acuerdo de este poema... creo que es obvio el motivo.

Coplas por la muerte de su padre
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venidopor pasado.
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabary consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.

Jorge Manrique