Resumen de fin de semana

Ya he vuelto de aquel publecito de Guadalajara llamado Pareja. Pequeño y frío... pero distanciador de buena parte del mundo social habitual, lo cual en muchas ocasiones y con respecto a la mayoría de personas es un placer... casi orgásmico.
El caso es que estuvo bien. Aunque no siempre. Un mal gesto de ella (luego me dijo que no se dió cuenta, que fué sin querer... y la creo... o al menos quiero creerla) hizo que me cabrease. Ella sin saber por qué estaba yo cabreado se cabreó también conmigo... lo que hizo todo peor.
Después lo hablamos... y mejoró la cosa. Y como si hubiese sido un pronóstico... se cumplió. Exploté. No podía más. Lo necesitaba. No había llorado tanto desde que murió mi abuelo, hace ya más de 7 años. Necesito cosas nuevas con las que distraerme y ver cosas (y caras [R]) conocidas parar no perder la memoria.
Y hoy ya he empezado con parte de ese nuevo plan... le ha dicho a una amiga (y ex-) [la de los ojos azules] que si podemos quedar. Para nada en especial: vernos, tomar algo, pasear, charlas... nada y a la vez todo.

Y en la vuelta, en el otro coche, un imbécil que tengo como amigo se ha metido por donde más nieve había (ahora entendeis lo de inbécil, no?) Y en vez de llamar él a la Guardia Civil, o la grúa o lo que sea, nos llama a nosotros para que vayamos a buscarles... en fin, menos mal que ha quedado en un susto, que si no...

Y otra vez en casita... otra vez al ritmo 100%