lunes, octubre 24, 2005

Hospitales, rosas y comidas (o no)


La vieja sigue mal. No sé si desear la solución de urgencia o la definitiva. Las cosas no son como eran por ese lado. Una mierda.
Por el otro lado todo mucho mejor con ella. Una sorpresa. Una flor. Una alegría. Sonrisas y unos minutos juntos hacen milagros. Las cosas se ven mejor. Incluso esto puede hacer que todavía vaya a mejor que antes.
Caso aparte el de la universidad. No tenemos donde comer (sin pagar, claro). En la cafetería no nos dejan comer nuestra comida de casa... como si la suya fuese muy buena. Y el único sitio que tenemos no tiene ni 10 metros cuadrados y huele fatal... vamos, que para una buena dieta si sirve. Porque lo que comas seguro que lo terminas echando. Con ese olor...